Por Qué Hay Seres Oscuros en la Tierra

Éste es un mensaje canalizado. No tengo un nombre para la entidad que lo transmite, pero sí sé que viene de nuestro hogar y que nos ama profundamente. Espero que te sea de utilidad.

Saludos querido, soy tu hermano de luz y te saludo desde el lugar que es tu verdadero hogar.

Siempre que nos comunicamos a través de este canal nos presentamos de esta forma. Y utilizamos la expresión «el lugar que es tu verdadero hogar» porque entendemos que, desde el punto de vista humano, es más o menos fácil entender el concepto.

Pero en realidad, cuando hablamos de “lugar”, no nos referimos a un lugar físico. Es solo una metáfora.

En el sentido espacial, no estamos en un lugar diferente de ti. Estamos aquí. Justo aquí. En el mismo sitio exacto que tú.

Lo que cambia es que nos encontramos en un estado distinto. Nuestra vibración es más alta, y por esto no nos ves.

Así que cuando decimos que te saludamos «desde tu verdadero hogar», lo que estamos diciendo realmente es que te saludamos desde la vibración que es tu vibración natural.

Porque la vibración que tienes ahora no es tu vibración natural. Esto ya lo sabes, ¿verdad?

Venir a la Tierra implica un cambio de vibración.

Y hoy hablaremos de esto.

El Origen de la Humanidad

El tema concreto que trataremos hoy es el motivo por el que hay «seres oscuros» en la Tierra y cuál es su finalidad aquí. Sabemos que es un tema que os preocupa a muchos y hay mucha confusión al respecto.

Para entender bien este tema, debemos hablar primero de cómo nació la Tierra y por qué. Así que empezaremos por aquí. Explicaremos cómo empezó la humanidad y cómo esto ha hecho que ahora haya «personas oscuras». Y lo haremos con un nivel de detalle que nunca hemos dado hasta ahora. Ya estáis listos para recordarlo.

Ya os adelantamos, por si acaso, que no hay que tener miedo. Todo es amor y todo pasa por amor.

El origen de la humanidad comienza con el origen mismo de la existencia. Puedes llamarle Dios, si quieres. O Fuente. O Universo. O ponerle cualquier otro nombre.

La energía de la Fuente es una energía pura, cristalina y 100 % amorosa.

También tiene otra característica muy importante: es creativa.

La Fuente, en el momento que tomó conciencia de sí misma, se dio cuenta de que podía crear, y lo hizo. Y también se dio cuenta de que nunca dejaría de crear, porque crear es la expresión más magnífica del amor.

Esto lo podéis entender muy bien desde el punto de vista humano. Vosotros tenéis un gran amor dentro de vosotros. Y este amor os impulsa a crear: crear situaciones, conversaciones, relaciones, obras de arte, inventos, etc.

Los seres humanos también sois grandes creadores. Y sabéis por qué, ¿verdad?

Porque tenéis a Dios en vuestro interior. Sois la Fuente en forma humana.

Así pues, la Fuente se dio cuenta de que podía crear y empezó a hacerlo. Y lo hizo de todos los modos posibles. Todos son válidos y todos merecen ser explorados.

De ahí salió la vida física y todos los planetas, estrellas y galaxias. Y muchas cosas más que ahora no recordáis.

Y de todas estas formas de creación, hay una especial.

Hubo un momento en que la Fuente miró lo que había creado y se preguntó: ¿qué pasaría si olvidara que soy la Fuente y viviera como una de mis creaciones? ¿Qué pasaría si adoptara una forma física sin recordar quién soy realmente?

Hay mucho amor y mucha luz en una pregunta como ésta. Porque implica hacer lo que vosotros llamáis “ponerse en la piel del otro”.

Así que la Fuente lo hizo. Creó un sistema que le permitió olvidar temporalmente quién era y entrar dentro de un cuerpo físico (no explicaremos hoy los detalles de cómo hizo esto. Quedémonos con la idea de que lo hizo. O mejor dicho: lo hiciste. Y la prueba eres tú).

Esto ocurrió por primera vez en un planeta concreto. Un planeta que no nombraremos hoy, pero que está dentro de vuestra galaxia.

Y así empezó la historia de lo que hoy es la humanidad.

El Primer Planeta «Humano»

Así pues, la Fuente decidió olvidar quién era temporalmente y adoptar diferentes formas físicas dentro de un planeta concreto. Estos fueron los primeros “humanos” (lo ponemos entre comillas porque no eran humanos exactamente como vosotros, pero la esencia sí era igual).

¿Y qué ocurrió cuando hizo esto?

Pues os lo podéis imaginar muy bien, porque lo habéis vivido directamente.

Cuando la Fuente olvida que es la Fuente, pasan dos cosas.

En primer lugar, existen problemas, dificultades y conflictos. La vida física no es fácil, y al no recordar que eran parte de la Fuente, los humanos empezaron a preocuparse, sufrir y pelearse.

Y en segundo lugar, aparece una gran creatividad. Los humanos tienen la Fuente dentro, así que siguieron creando aunque que no recordaran quiénes eran realmente. Y crearon e inventaron una gran cantidad de cosas.

Y esta dualidad es la esencia de la humanidad: es un lugar donde pueden pasar las cosas más bonitas y las más oscuras a la vez.

Fijaros que de momento estamos hablando del primer planeta, pero la esencia es exactamente la misma de lo que habéis vivido y estáis viviendo vosotros.

Una pregunta importante es: ¿cómo creéis que acabó ese planeta?

Pues bien, cuando un grupo de humanos conviven juntos durante tiempo, llega un momento en que algunos de ellos empiezan a hacerse preguntas. Empiezan a ver que hay algo importante en su interior. Empiezan a sentir su luz y la de los demás. Y, después de un proceso que suele ser largo (más de una vida), acaban recordando que son la Fuente.

A este proceso, vosotros lo llamáis normalmente “iluminación” o “ascensión”. Pero como ocurre siempre con las palabras, el nombre es lo de menos.

Para verlo gráficamente, os mostramos esta imagen:

Es decir, después de un determinado período de tiempo, se forman dos grupos de “personas”: las que han conseguido recordar que son la Fuente y las que no.

Desde fuera, parece que el primer grupo son personas luminosas y que el segundo son personas oscuras.

Pero en realidad son lo mismo.

Solo han seguido un camino distinto.

La Ascensión del Primer Planeta Humano

Así pues, cuando la Fuente adopta formas humanas en un planeta, al final se acaban formando dos grupos: los que recuerdan que son la Fuente y los que no.

¿Y qué ocurre entonces?

Pues durante un tiempo hay una cierta “lucha”, pero al final la balanza cae hacia uno de los dos lados.

Y el resultado es un planeta “luminoso” o un planeta “oscuro”.

Para empezar nos centraremos en el primer caso, que es el más importante y donde termina siempre todo el mundo tarde o temprano.

Cuando en un planeta de humanos existe un porcentaje elevado de la población que recuerda que es parte de la Fuente, todo cambia mucho.

Desaparecen los conflictos. Desaparece el miedo. Y llega la armonía y la luz.

Aunque no siempre lo parezca, es hacia dónde estáis yendo ahora vosotros.

Pero aunque esto parezca muy bonito, y lo es, no todo es positivo. También se pierde algo por el camino.

Se pierde aventura y creatividad.

Los humanos sois más creativos que la Fuente. O dicho más correctamente, la Fuente en forma humana es más creativa que la Fuente en estado puro.

En la Tierra puede ocurrir de todo. Y esto no es cierto en otros lugares del Universo.

Por esto os gusta tanto estar aquí.

Y por esto venís una y otra vez aunque a veces sea duro.

El Segundo Planeta «Humano»

Una vez entendido esto, la siguiente pregunta es: ¿y qué ocurrió cuando el primer planeta humano llegó a la ascensión global?

Pues hicieron algo que al principio seguramente os sorprenderá, pero que en realidad es muy lógico: buscaron otro planeta para repetir el proceso.

Piensa un momento en una persona a la que le gusta mucho subir picos en la montaña. ¿Qué hace cuando logra alcanzar una cumbre importante? Pues descansa un poco unos días, pero después empieza a pensar en la siguiente cima.

Y, generalmente, la siguiente suele ser una cima más alta y más difícil. Para que el reto tenga mayor gracia.

Esto es exactamente lo que hicieron los humanos iluminados del primer planeta. Primero descansaron un poco, pero enseguida buscaron otro planeta y repitieron el proceso: adoptaron una forma “humana” nueva (similar, pero no del todo igual, porque el planeta era diferente) y volvieron a olvidar quiénes eran realmente.

Pero no se limitaron a repetir el mismo proceso exactamente igual. Hubo dos diferencias importantes.

En primer lugar, no empezaron de cero. Aunque olvidaron quiénes eran de nuevo, ya no era la primera vez. No lo recordaban todo, pero tenían experiencia guardada en su interior.

Y en segundo lugar, buscaron un planeta un poco más «difícil». Aumentaron el reto para hacerlo más interesante.

El Tercer Planeta Humano, el Cuarto, el Quinto…

Este proceso es el resumen de lo que ha estado haciendo la humanidad desde su origen. Y es lo que te ha traído hasta aquí.

Después del segundo planeta hubo un tercero, después un cuarto, etc.

Y la Tierra es la generación actual de todos estos planetas.

Y esto significa que es el más “difícil” de todos los que ha habido hasta ahora. Y también es el más interesante (hablamos de esto en otra canalización).

Antes de la Tierra, hubo otro planeta «humano». Este planeta tuvo problemas y conflictos en un principio, y al final llegó a la ascensión. Y entonces buscaron otro planeta para “plantar” su semilla y seguir con el proceso.

Este planeta que os precedió está situado cerca de las estrellas que llamáis Pléyades. Y a sus habitantes los llamáis “pleiadianos”. Muchos habéis oído hablar de ellos, e incluso algunos tenéis una fuerte conexión con ellos.

Son vuestros ancestros. De hecho, son vuestros padres. Y siempre han estado muy cerca de la Tierra para asistiros (dentro de lo posible sin romper las “reglas” de la Tierra).

Y antes de los pleiadianos hubo otros que hicieron lo mismo con ellos. Son los arcturianos, y muchos también habéis oído hablar de ellos. Son vuestros “abuelos”. También están muy cerca de la Tierra para asistiros.

Tanto los pleiadianos como los arcturianos, como todo el resto de la familia galáctica, os aman sin medida. Solo tenéis que pensar en cómo amáis vosotros a vuestros hijos y nietos para haceros una idea.

¿Dónde queda la oscuridad en todo esto?

Resumiendo: la “humanidad” es un proyecto muy profundo de la Fuente que consiste en olvidar temporalmente que es la Fuente y adoptar formas físicas en un planeta concreto. Esto genera una gran cantidad de creaciones y experiencias que iluminan todo el universo.

Con el tiempo, algunos de los humanos del planeta recuerdan que son la Fuente, el planeta se convierte en un planeta iluminado y repiten el proceso en un nuevo planeta.

Ahora bien, hemos dicho que no todos logran recordar que son la Fuente. Algunos se quedan atrapados (no para siempre) en las dificultades de la vida física y les cuesta recuperar la luz.

¿Qué ocurre con ellos?

Como decíamos hace un momento, estos son los que llamáis “humanos oscuros”. Pero en realidad no lo son. Son luz al igual que los demás, simplemente todavía no lo han recordado.

¿Y sabéis qué hacen?

Pues se van hacia el mismo nuevo planeta que los iluminados.

¿Y sabéis por qué?

Porque también quieren recuperar su luz.

¿Por qué hay personas «oscuras» en la Tierra?

En el universo hay una ley muy importante, y es que las cosas con una vibración similar se atraen, y las que tienen una vibración diferente se alejan.

Es decir, en ningún lugar del universo pueden convivir seres con una vibración muy diferente.

Por esto, donde estamos nosotros ahora (tu hogar) no hay seres “oscuros”. Aquí la luz es demasiado alta para ellos.

Pero esto podría ser un problema porque, si los seres oscuros no pudieran ir nunca a un lugar en el que hay seres luminosos, estarían “condenados” a estar rodeados de oscuridad hasta que ellos solos recuperaran su luz. Y recuperar la luz rodeados de oscuridad, sin nadie más iluminado que los acompañe, es muy difícil.

Así que, ¿a dónde pueden ir los “seres oscuros” para encontrar a alguien con luz?

Pues solo hay una opción: un lugar en el que haya seres con luz, pero que temporalmente hayan reducido su vibración.

¿Veis hacia dónde vamos, verdad?

Muchos de vosotros, y especialmente los que leéis comunicaciones como estas, tenéis una gran luz. Ya habéis vivido experiencias como esta en otros planetas y conseguisteis recuperar vuestra conexión. Ahora estáis un poco “nublados” porque habéis olvidado quiénes sois otra vez, pero la luz es muy fuerte y clara dentro de vosotros.

Y los “seres oscuros” os buscan.

Os necesitan.

En el fondo, son seres de luz como vosotros. Son vuestros hermanos. Son vuestra familia. Simplemente no lograron recordarlo en los planetas anteriores. Y ahora vuelven a buscaros para volver a intentarlo.

Algunos lo conseguirán esta vez y otros no.

Pero no son malos.

Solo buscan la luz.

Y la luz, eres tú.

Un gran abrazo,

Tu hermano de luz.