Guía Completa de Nutrición Espiritual: Cómo Alimentarte para Crecer a Nivel Personal

Todos sabemos que nuestra nutrición es muy importante. La forma cómo nos alimentamos afecta a nuestra salud y también a nuestro espíritu. Dependiendo de qué comemos nos será más o menos fácil estar sanos y crecer a nivel espiritual.

Pero esta relación también se produce a la inversa: a medida que mejora nuestra salud y crecemos espiritualmente, cambian nuestras necesidades nutricionales. Es decir, si evolucionas a nivel personal, cambiará lo que tu cuerpo necesita para nutrirse. Y es importante saber detectar y satisfacer estas nuevas necesidades para poder seguir evolucionando.

Por esta razón, hoy quería hacer un resumen completo de las diferentes fuentes de energía que hay en el universo y de qué camino siguen para llegar a nosotros. Esto nos ayudará a cuidarnos mejor, y también nos dará mucha información sobre dónde estamos a nivel evolutivo y qué recorrido tenemos todavía por delante.

¿De Dónde Sale la Energía que Nos Mantiene Vivos?

Si piensas en el concepto de «nutrición», seguramente lo primero que te vendrá a la cabeza es la idea de «comida». La mayoría de nosotros pensamos que para nutrirnos tenemos que comer.

Ahora bien, si nosotros obtenemos energía de la comida, esto quiere decir que lo que comemos tiene energía. Así que nos podríamos preguntar de dónde sale la energía de la comida. ¿De dónde sale la energía de la carne, por ejemplo?

En el caso de la carne, la energía sale de las plantas que el animal en cuestión se comió mientras estaba vivo. Todos los carnívoros comen herbívoros, y los herbívoros comen plantas, así que, en el fondo, los carnívoros también viven de la energía de las plantas. Pero si decimos que la energía de la carne viene de las plantas, no respondemos completamente la pregunta porque, al igual que antes, podemos preguntarnos de dónde sale esta energía.

En el caso de las plantas, la energía sale principalmente del Sol (para simplificar la explicación, dejaremos de lado a los minerales de la tierra). Y esto quiere decir que todos los seres vivos de la Tierra, sean animales carnívoros o herbívoros, o sean vegetales, obtienen su energía principalmente del Sol. La única diferencia es que algunos seres vivos son capaces de obtener energía directamente del Sol y otros no. Y los que no lo saben hacer (animales) obtienen la energía comiéndose a los que sí lo saben hacer (plantas). Y los animales que no saben obtener energía de las plantas (los carnívoros) comen otros animales que sí saben (herbívoros).

Pero aunque todos los seres vivos de la Tierra dependamos energéticamente del Sol, ya sea directa o indirectamente, seguimos sin tener una respuesta definitiva, porque nos falta saber de dónde sale la energía del Sol.

A partir de aquí, el tema se vuelve más complejo, pero para explicarlo resumidamente se puede decir que la energía del Sol viene del universo. Contrariamente a lo que a menudo pensamos, el universo no es un enorme espacio vacío, sino que está lleno de energía por todas partes, y cualquiera que quiera puede coger esta energía y utilizarla. Y el Sol hace exactamente esto: coge la energía del universo y la transforma en calor. Y lo hace precisamente para nutrir la vida en la Tierra.

Y, a su vez, la energía del universo viene de Dios (o el nombre que le quieras dar), que es la fuente última de energía que alimenta la vida.

Así pues, sea cual sea el método que elijas para alimentarte, al final la energía siempre viene del mismo lugar: de Dios. Lo único que cambia es el camino que sigue para llegar hasta ti.

Para verlo mejor, podemos representar el camino que sigue la energía para llegar a nosotros de la siguiente manera: Esta figura muestra las diferentes etapas por las que pasa la energía antes de llegar a nosotros. Hay que decir que no es una gráfica del todo completa, porque también recibimos energía directamente del Sol, del universo y de Dios, pero no lo he puesto porque actualmente nuestra fuente principal de energía es la comida: comemos vegetales y animales herbívoros.

Mirando la figura se ve fácilmente que, cuanto más abajo esté la fuente de energía que utilizamos, más etapas habrá atravesado y, por tanto, menos pura será. En este sentido, alimentarnos de vegetales nos proporciona una energía más cercana a la energía original de Dios que comer carne. Y si consiguiéramos alimentarnos del Sol o del universo, nuestra energía aún sería más pura.

Aparte de las opciones que hay en la figura, también sería posible alimentarnos de carne de animales carnívoros; pero no es habitual. En principio, los animales que comen carne comen herbívoros. Y hacemos bien, porque si comiéramos carnívoros nuestra energía aún sería menos pura.

Nutrición Espiritual: Cómo Alimentarnos para Crecer Espiritualmente

Como te decía hace un momento, aparte de comer, todos nosotros también tomamos energía del Sol, del universo y de Dios; si no, no podríamos vivir. Lo que pasa es que, actualmente, el porcentaje de energía que obtenemos de estas fuentes es pequeño comparado con la comida. Y por esta razón, ahora mismo necesitamos comer para vivir.

Pero esto es algo que puede cambiar, y de hecho cambiará. Podemos acceder a las fuentes de energía superiores, y lo haremos. No pasará de un día para otro, pero poco a poco irá cambiando cómo la humanidad se alimenta.

Por un lado, el hecho de crecer espiritualmente hace que nuestras necesidades nutricionales y nuestros gustos cambien. Por esta razón cada vez hay más gente vegetariana: a medida que una persona se hace más consciente, comer animales deja de ser una opción válida. E incluso empieza a haber personas que se alimentan del Sol. (Personalmente, estoy seguro de que dentro de unos años prácticamente nadie comerá carne, y más adelante nadie comerá ningún ser vivo. Pero para esto último aún falta bastante.)

Y por otra parte, también podemos acelerar nuestra evolución personal cambiando la forma de alimentarnos. Si dejamos de comer carne, por ejemplo, nuestra vibración sube un escalón automáticamente. Y si conseguimos alimentarnos del Sol o del universo, aún sube más.

Así pues, el crecimiento personal y nuestra nutrición están relacionados. Puede que el hecho de crecer nos impulse a cambiar la manera de alimentarnos, o puede ser al revés: que un cambio en la alimentación produzca un cambio en nuestra evolución interna. Pero en cualquier caso, estos dos aspectos de nuestra vida van de la mano.

Por esta razón, creo que es importante conocer las diferentes fuentes de energía que hay y empezar a aprender cómo acceder a ellas. Si quieres potenciar al máximo tu crecimiento personal, de una manera u otra tu alimentación acabará cambiando.

Si te parece bien, en el próximo artículo analizaremos en detalle cada una de las fuentes de energía existentes y cómo podemos aprovecharlas para mejorar nuestra salud y nuestro espíritu. Cambiar nuestra alimentación es una herramienta muy potente para dar un salto importante en nuestra evolución personal.