La Energía del Año 2023 (Nunca es tarde…)

Si hace tiempo que sigues el blog, sabrás que en los últimos años empezábamos cada año con un artículo sobre la energía del año en cuestión. Fue así en 2017, 2018, 2019…

Pero en 2023 no.

El motivo es simplemente que la información no me vino. Y durante muchos meses no supe por qué.

Pero hace unos días llegó la información. Y entonces todo tuvo sentido.

Porque no es casualidad que la información de este año haya llegado tan “tarde”.

En 2023 tiene una energía muy especial.

Y aunque ya se esté terminando, todavía estamos a tiempo de aprovecharla.

(Y también es muy importante para entender bien la energía del año 2024 que está a punto de empezar).

La energía del año 2023

Como hacemos siempre en estos artículos, analizaremos la energía del año mediante la numerología.

Y en numerología, para saber la energía principal de un año tenemos que sumar sus cifras hasta que solo quede una. Haciendo esto, podemos ver que la energía básica del año 2023 es la energía del 7:

2023 => 2 + 0 + 2 + 3 = 7

Y el 7 es un número muy especial y misterioso, el más misterioso de todos los números básicos.

Es el camino a las profundidades de la existencia.

Es un portal a lo desconocido.

La energía del 7

El hecho de que el 7 sea un número con una energía tan misteriosa hace que sea el más difícil de explicar. Así que iremos paso a paso.

Comenzaremos con un ejemplo matemático que muestra por qué el 7 es diferente a los otros números.

Resulta que, en matemáticas, es interesante conocer los divisores que tiene un número. Por ejemplo, el 6 puede dividirse entre 2 y 3, y el 8 entre 2 y 4.

Esto tiene varias aplicaciones, pero una de las más directas es la facilidad de organización. Un número con muchos divisores puede organizarse más fácilmente que uno que tiene pocos. Por ejemplo, el 6, que tiene dos divisores, se puede organizar de distintas formas.

Así:

O así:

En cambio, el 5, que es primo, solo puede organizarse de una forma.

En este sentido, el 12 es un número muy interesante, porque es el primer número que puede dividirse entre 1, 2, 3 y 4 (paciencia, pronto veremos por qué esto es importante para el 7). Es decir, el 12 es un número fácilmente divisible y “organizable”. Ésta es la razón, por ejemplo, por la que los relojes tienen 12 horas y los huevos se venden en docenas.

Si queremos un número aún más organizable que el 12, y que sea divisible no solo entre 1, 2, 3 y 4, sino también entre 5, debemos ir hasta el 60. El 60 es el número más pequeño que se puede dividir en grupos de 2, de 3, de 4 y de 5. El 60 es aún más “organizable” que el 12, y por esto las horas tienen 60 minutos.

Ahora bien, ¿qué ocurre si queremos un número “superorganizable”, que sea divisible entre 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10?

Pues que, si dejamos de lado el 7, no es muy difícil. El primero que lo cumple es el 360. Este número es divisible entre 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9 y 10. Y por esto las circunferencias tienen 360 grados.

Pero si queremos el 7 también, tenemos que ir mucho más lejos, hasta el 2.520. Éste es el número más pequeño que tiene todos los divisores del 1 al 10.

Quizás gráficamente se ve más fácilmente lo diferente que es el 7 respecto a los demás:

Es decir, para conseguir números con muchos divisores, cada vez debemos buscar números mayores. Pero al principio no hacen falta números muy elevados.

Si queremos tener el 1, 2, 3 y 4 como divisores, el 12 ya lo cumple (y también tiene el 6).

Si queremos añadir el 5, debemos ir hasta el 60, pero esto ya nos incluye también el 10 (damos un salto adelante, pero tampoco es muy grande, y ganamos dos divisores de golpe).

Y si vamos hasta el 360 añadimos el 9, y de paso también el 8 (de nuevo un salto no muy grande, y ganamos dos divisores).

Pero el 7 es distinto.

El 7 se escapa.

El 7 va a su “rollo”.

Para poder atraparlo, tenemos que ir bastante más lejos. Tenemos que ir a un número mucho mayor.

Y tenemos que ir solo por él.

El papel del 7 dentro de la existencia

Así pues, el 7 es un número misterioso y difícil de atrapar. Es el número del misterio y la incertidumbre.

Como todo, esto tiene dos polaridades: una positiva y una “negativa”.

Por un lado, el 7 hace que la vida tenga gracia e interés. Es el que hace que no sepamos qué va a pasar mañana y que haya sorpresas.

Pero, al mismo tiempo, esto facilita que a veces nos sintamos perdidos y desamparados.

Los números del 1 al 6 son mucho más previsibles. Cada uno tiene una función bastante clara (si quieres entender mejor la energía de cada número, puedes revisar el artículo de la energía del año pasado).

El 1, el 2 y el 3 son los números básicos de la creación.

El 4 utiliza la energía abstracta del 1, 2 y 3 para crear formas concretas.

El 5 hace que estas formas se muevan y tengan vida.

Y el 6 aporta sabiduría para crear de forma luminosa.

Pero si nos quedáramos aquí, la vida se estancaría. Todo sería conocido y claro, y nunca habría ninguna sorpresa.

Por esto apareció el 7.

El 7 lo revolucionó todo.

Se podría decir que el 7 aportó una relativa «oscuridad» a la existencia para que hubiera misterio e incertidumbre. Pero diciendo esto, puede parecer que es un número «negativo» y «malo», cuando es todo lo contrario.

Es la sal de la vida.

Aunque a veces cueste gestionarlo.

La energía del año 2023

En resumen, el 7 es un número que aporta incertidumbre y misterio.

Su objetivo es que la vida sea interesante y divertida, y que haya sorpresas y cosas por descubrir. Pero a menudo, si no sabemos gestionarlo, nos hace sufrir.

Si lo aplicamos a la energía de este año, es un año favorable para la incertidumbre.

Por la propia naturaleza de la incertidumbre, esto puede significar cosas muy distintas para cada persona. Y es interesante meditar sobre lo que ha significado para ti.

Pero lo que es importante para todos es saber gestionar la incertidumbre y disfrutarla.

Y aquí entra el número 8, que es la energía del año que pronto empezará.

El 8 aporta orden y equilibrio para gestionar la incertidumbre del 7. Pero de esto hablaremos en un par de semanas, cuando llegue el 2024…

De momento, un ejercicio muy potente es reflexionar sobre cómo ha sido tu vida durante este año.

¿Qué cosas has vivido?

¿Qué se ha removido? ¿Qué incertidumbre ha habido?

¿Y cómo lo has vivido?

Sea lo que sea, forma parte de ti.

Y pronto llegará un año 8 para ponerle luz.

Un gran abrazo y muy felices fiestas,

Jan