La Energía del Año 2022

Antes de nada, te deseo un muy feliz 2022. Ya hace unos días que ha empezado el año, pero este es el primer artículo que publico desde entonces, y aprovecho la ocasión para enviarte mis mejores deseos.

Como hemos hecho los últimos años, empezaremos este nuevo ciclo anual analizando la energía del año que acabamos de comenzar: la energía del año 2022.

Cada año tiene su propia energía y su propia personalidad, y esto hace que sea más favorable para unas cosas que para otras.

Y si lo tenemos en cuenta, lo podemos aprovechar mucho más.

La Energía del Año 2022

Al igual que hacemos cada año, utilizaremos la numerología para analizar la energía del año que empezamos.

Como comento siempre, la numerología es una disciplina un poco controvertida, ya que no solemos tenerla en muy buena consideración. Pero es muy poderosa. Los números tienen un gran significado, y a través de ellos podemos comprender muchas cosas de la vida.

Una de las maneras más sencillas de conocer la energía principal de un año usando la numerología es sumar todas sus cifras hasta que solo quede una. Haciendo esto, podemos ver que la energía principal del año 2022 es la energía del 6:

2022 = 2 + 0 + 2 + 2 = 6

Y el 6 tiene la energía de la luz y la sabiduría.

Así pues, este año es muy favorable para poner luz sobre los diferentes elementos de tu vida y verlo todo con mucha más claridad.

La Energía de los Números

Así pues, el año 2022 tiene la energía del 6, y el 6 tiene la energía de la luz y la sabiduría.

Pero dicho así, de forma tan rápida y resumida, es posible que no se entienda del todo bien.

Por este motivo, haremos un breve repaso de las energías de los diferentes números del 1 al 5. De esta manera, se entenderá mejor la energía del 6.

El primer número es el 1, y su energía es relativamente fácil de entender. El uno es el número de la existencia, porque todo lo que existe es uno: UN zapato, UNA persona, UN árbol, UNA estrella, etc. Todo lo que existe tiene una identidad, y esta identidad viene de la energía del uno. Por esto es el primer número. Todo surge de él.

El segundo número es el 2. Este es el número de la creación, porque para que algo nuevo pueda ser creado, el uno debe dividirse en dos.

Para que nazca una nueva célula, por ejemplo, una célula se divide en dos; para que nazca una nueva persona, el cuerpo de la madre y el del bebé, que durante meses son uno, se divide en dos; para crear una escultura de mármol, hay que ir quitándole trozos al mármol original, etc. Toda creación se basa en hacer que algo que era uno se convierta en dos.

El tercer número es el 3. Este número cuesta un poco más de entender, porque es más sutil que los dos anteriores. Es el número del cambio, porque es el que permite que la energía de la vida pueda cambiar.

Antes decíamos que la creación surge cuando el uno se convierte en dos. Pero para que esto sea posible, tiene que haber un cambio y un lugar donde este cambio sucede. Y esto es lo que hace el tres. Imagínate una célula que se divide en dos para crear una nueva célula. En este caso, el tres es el entorno donde vive la célula y la energía que le impulsa a dividirse. Sin esto, no podría hacerlo, así que el tres también es imprescindible para la creación. 

Estos tres primeros números son los principales de la existencia. Por esto la divinidad a menudo se asocia con el tres (trinidad). Son la base de todo.

Pero precisamente por esto, son números sutiles y “abstractos”. Son los números básicos que permiten la creación y la vida, pero aún no son la vida. Son la energía básica que permite crear, pero aún no han creado nada.

La primera creación concreta llega con el 4. El cuatro es el primer número material; el primero que tiene una existencia tangible. Y esto hace que tenga la energía de las formas concretas.

Si te fijas, un porcentaje muy alto de las creaciones humanas tienen forma rectangular: sillas, mesas, puertas, edificios, ordenadores, habitaciones, etc. El motivo de esto es que el cuadrado tiene la energía del cuatro, que es la energía de la forma en su manifestación más básica.

Y después del cuatro viene el 5, que es el número del movimiento y la vida. El cuatro es un número que tiene forma, pero es estático; no se mueve (por esto las ruedas cuadradas no giran). El movimiento se lo da el cinco. El cinco es el número que hace que las cosas físicas se puedan mover (más información sobre la energía del 5 aquí).

La Energía del 6

Resumiendo lo que hemos explicado, tenemos que:

El 1 es el número que permite que las cosas existan.

El 2 permite que el uno se divida y cree cosas nuevas.

El 3 crea el entorno y el impulso para que el uno pueda convertirse en dos.

El 4 usa las energías del uno, el dos y el tres para crear formas concretas.

Y el 5 hace que las formas que ha creado el cuatro puedan moverse.

Si te fijas, cada número añade algo nuevo a lo que aportan los números anteriores.

Y esto es lo que hace el 6: aportar algo nuevo.

Y lo que aporta es sabiduría.

Los cinco primeros números son los que crean la vida, pero, de momento, es una vida sin sabiduría. El cuatro crea formas concretas y el cinco hace que se muevan, pero son formas y movimientos muy básicos. Son como un niño pequeño: tienen una gran cantidad de energía, curiosidad y ganas de hacer cosas; pero si un adulto no vigila, pueden hacerse daño, porque aún les faltan conocimientos y sabiduría.

Esta sabiduría es la que tiene el seis. El seis es el número que mira todo lo que han hecho juntos el cuatro y el cinco y se pregunta cuáles de estas cosas son realmente luminosas.

El cuatro puede crear cualquier forma, sea bonita o no.

El cinco puede moverse de cualquier manera, haga daño o no.

El seis, en cambio, ya no hace cualquier cosa. El seis usa la luz que hay en su interior para decidir qué cosas valen la pena ser hechas y qué cosas no.

Es el primer número sabio.

Cómo Aprovechar la Energía de Este Año

Así pues, como decíamos al principio, 2022 es un año muy favorable para potenciar la sabiduría y la luz en tu vida. Es un muy buen año para mirar el camino que has recorrido hasta ahora y ver con claridad si quieres seguir en la misma dirección o si hay cosas que en el fondo de tu alma quieres cambiar.

Muchos de nosotros a menudo funcionamos en piloto automático, haciendo muchas cosas sin saber exactamente por qué: porque el entorno nos presiona, porque llevamos tiempo así, porque no se nos ocurre otra opción, etc.

Pues bien, este año tiene una energía muy potente para cambiar esta dinámica. Si le pones foco, este año te será más fácil que nunca mirar todo lo que haces e identificar qué cosas te resuenan realmente y qué cosas no: en tu trabajo, en tus relaciones, en tus hábitos, en tus actitudes, etc.

Y de esta manera, podrás potenciar aquello que está verdaderamente alineado con tu alma y dejar atrás lo que no.

(Por supuesto, esto también es aplicable a nivel global: como humanidad, este es un muy buen año para tomar conciencia de todas las cosas que hacemos y ver cuáles tienen sentido y cuáles no).

El Poder de Encontrar Tu Lugar en el Mundo

Todo esto que hemos explicado está directamente relacionado con un tema muy importante: el proceso de encontrar tu lugar en el mundo.

Todas las personas tenemos un lugar en este mundo. Todos tenemos un camino: una manera de vivir que encaja a la perfección con nuestra alma.

El problema es que nos hemos alejado de este camino. Nos hemos desconectado de nuestra esencia, y hemos empezado a hacer cosas que en el fondo no nos resuenan.

Pues bien, este año tiene un gran potencial para recuperar este camino y ver qué es lo que realmente encaja con nosotros.

Por este motivo, este mes de enero empezaremos una nueva edición de los cursos “Cómo encontrar tu lugar en el mundo” y “Tu lugar en el mundo”.

El primero es un curso gratuito y el segundo es un curso más avanzado para las personas que quieren profundizar más.

El curso gratuito ya está disponible, y puedes apuntarte aquí:

Inscripción al curso gratuito Cómo Encontrar Tu Lugar en el Mundo.

Espero que te parezca interesante.

Y que tengas un muy buen año.

Un gran abrazo,

Jan