En el último artÃculo hablaba del significado del primer mandamiento, y decÃa que lo que realmente quiere decir es que lo más importante de todo es que amemos, no a un supuesto ser superior, sino a la vida en general.
Una vez entendido esto, hay un par de consecuencias importantes que creo que te sorprenderán, porque no encajan en absoluto con lo que nos han enseñado durante años.
Punto 1: ¡Tú Sales en la Biblia!
Tu eres parte de Dios, porque Dios lo es todo, y eso te incluye a ti. Esto no deberÃa sorprendernos, al fin y al cabo, siempre se ha dicho que «Dios está en todas partes». Y dentro nuestro también forma parte de «en todas partes», ¿verdad?
Asà que cuando el primer mandamiento dice que «amarás a Dios sobre todas las cosas», hay una parte de ese amor que te toca a ti. Cuando la zarza en llamas le dijo esta frase a Moisés, en parte querÃa decir que tenemos que amarte a ti.
Si Dios dijo esto, es que debes ser bastante importante, ¿no?
Punto 2: El Primer Mandamiento Habla de Tu Felicidad
El significado del primer mandamiento nos indica que el acto de amar es el más importante de todos. Pero resulta que amar está completamente ligado al hecho de ser feliz, asà que también te está diciendo que, por encima de todo, seas feliz.
Para entender bien este punto, es necesario comprender qué es exactamente la felicidad y que la produce. Si no lo has leÃdo, te recomiendo el artÃculo que escribà sobre este tema: la fórmula de la felicidad.
En resumen, lo que dice es que la felicidad es el reflejo del amor que estamos expresando en cada momento. Es decir, el acto de amar es lo que produce la felicidad. O lo que es lo mismo, ser feliz y amar son dos circunstancias completamente inseparables.
Teniendo en cuenta esto, otra posible formulación del primer mandamiento serÃa:
Dios, pues, en ningún momento ha querido que sufras ni que te sientas inferior. Lo que más desea de todo es que seas feliz.
Si tú también crees que la felicidad, la tuya y la de todos, es lo más importante, has llegado al lugar adecuado 😉