Cómo Vivir Sin Miedo con un Poco de Paciencia y un Poco de Tapping

Todos pensamos que en la vida hay mil y una dificultades, ¿verdad? Problemas económicos, problemas de salud, conflictos, etc.

En realidad, sin embargo, sólo hay un problema. Sólo hay una cosa que realmente tenga la capacidad de complicarnos la vida: el miedo.

El miedo es la única barrera real que nos podemos encontrar en la vida. No hay ninguna circunstancia que sea complicada por sí misma, sólo lo es si la vivimos con miedo. Sin miedo, cualquier situación se puede superar. Con miedo, la valla más pequeña se convierte en un muro insalvable.

Por esta razón, la mejor manera de tener una vida agradable es simplemente aprender a vivir sin miedo.

Y, afortunadamente, esto es más fácil de lo que parece. Podemos cambiar rápidamente de una vida llena de preocupaciones a una vida sin miedo.

Sólo necesitamos un poco de voluntad y un poco de tapping.

(El tapping es una técnica muy potente para resolver cualquier tipo de problema. Si no la conoces, aquí puedes descargarte gratis un libro para aprender a utilizarla muy rápidamente.)

El Primer Paso para Vivir Sin Miedo

El primer paso para eliminar el miedo de nuestra vida es identificarlo claramente: debemos reconocer que estamos asustados y ver claramente el origen del miedo.

Este paso no siempre es fácil, por dos motivos. En primer lugar, a la mayoría de nosotros nos da un poco de vergüenza mostrar nuestras debilidades, así que no nos gusta mucho la idea de reconocer que estamos asustados. Y en segundo lugar, muchas veces nos parece que nuestra preocupación es perfectamente razonable, así que no la asociamos con el miedo. Creemos que estamos preocupados porque la situación lo justifica, no porque tengamos miedo.

Por ejemplo, imagínate a una persona que está nerviosa porque tiene que ir al banco a pedir una moratoria en el pago de un préstamo. Seguramente será consciente de que no tiene ganas de ir, pero es posible que no lo asocie con el miedo. Quizás piense que ir al banco es una tarea pesada y ya está, y que por esto está intranquila.

Pero lo que le pasa es que tiene miedo. Quizás tiene miedo de sentirse rechazada si le dicen que no, quizás tiene miedo de sentirse humillada por tener que pedir un favor, tal vez tiene miedo de que el director del banco no sea amable, etc. La causa del miedo puede ser muy diversa, pero seguro que tiene miedo. Si no lo tuviera, estaría tranquila.

Y con todos los problemas pasa lo mismo. Si hay alguna situación que te preocupa, quiere decir que tienes miedo. Es igual si te preocupa la situación política del país, tu salud o la relación con tu pareja. Tienes miedo.

Y el primer paso para dejarlo atrás es reconocerlo y ver claramente qué es lo que te asusta.

Así que analiza bien tus preocupaciones, y fíjate en el miedo que hay detrás. Y apunta lo que encuentres en un papel, que ahora lo usaremos.

Nada Es Tan Grave Como Parece

Una vez tenemos el miedo identificado, un primer paso para eliminarlo, o al menos atenuarlo, es simplemente reflexionar un poco sobre si realmente la situación es tan grave como parece. La gran mayoría de veces no lo es.

¿Recuerdas aquel día que tuviste que afrontar aquella situación que parecía tan difícil?

¿Recuerdas también el episodio de las vacas locas? ¿Y el accidente de Fukushima? ¿Y los días que la prima de riesgo no paraba de subir?

Y lo que es más importante, ¿recuerdas cómo terminaron todos estos casos? Terminaron bien, ¿verdad? Parecía que el mundo se iba a acabar, pero al final no.

Esta es una rueda que se va repitiendo constantemente en nuestras vidas: cada día parece que pasan cosas gravísimas, pero al final se queda en nada, y al cabo de unos días ya ni nos acordamos.

Así pues, tenemos que aprender a relativizar las cosas. Cada vez que pase algo alarmante a tu alrededor, detente un momento y piensa en todas las cosas que has vivido, y que en su momento también parecieron muy graves. Y piensa en cómo terminaron.

Terminaron bien, ¿verdad? Quizá pasaste algunos malos momentos, pero los superaste y sigues aquí, así que al final no fue tan grave como parecía.

Pues esto que está pasando ahora tampoco es tan grave.

Cómo Utilizar el Tapping para Vivir Sin Miedo

Aprender a relativizar las cosas es un paso muy importante para vivir sin miedo. En última instancia, va bien recordar que somos eternos, y que ni siquiera la muerte es tan grave.

Pero aunque lo veamos claro, a veces relativizar no es suficiente para dejar el miedo atrás. Puede que veamos que no tenemos motivos reales para estar asustados, y estarlo igualmente. A menudo, el miedo no escucha las razones.

En estos casos, va muy bien utilizar una herramienta fantástica que el universo nos ha dado: el tapping.

La manera de usar el tapping para eliminar el miedo es simplemente formular lo que te asusta con una frase y hacer una ronda de tapping. Por ejemplo: «me da miedo quedarme sin trabajo», «me da miedo que la situación política empeore», «me da miedo que otros padres no vacunen a sus hijos», «me da miedo ir al banco a explicar que no puedo pagar», «me da miedo encontrar a alguien por la calle y no saber qué decir», etc. Es igual si son grandes o pequeños, todos los miedos tienen un gran poder limitador, y debemos eliminarlos para poder vivir en paz.

En muchos casos, con una sola ronda de tapping enseguida sentirás un gran alivio. Es posible incluso que sientas un alivio completo.

Sin embargo, en otros casos, para tener buenos resultados deberás profundizar un poco más en el miedo para comprenderlo mejor.

Por ejemplo, en el caso de la persona que va al banco que comentábamos antes, para empezar podría usar la frase «me da miedo ir al banco», y si no mejora del todo, debería analizar un poco más su miedo.

Imagínate que lo hace, y que se da cuenta de que le da miedo sentirse rechazado. Entonces tendría que hacer otra ronda de tapping con «me da miedo sentirme rechazado». Si mejora, perfecto, y si no, entonces debería analizar por qué tiene miedo al rechazo. Es posible que tenga alguna experiencia traumática relacionada con el rechazo, por ejemplo.

En cualquier caso, hay que ir tirando del hilo hasta llegar a las raíces del miedo, y tratar todo lo que encontremos por el camino.

Esta es la única pequeña dificultad que tiene el tapping: para resolver bien los problemas, a menudo hay que buscar sus raíces profundas. No es complicado, pero hay que hacer el pequeño trabajo de analizar bien los problemas.

Así pues, para cualquier cosa que te preocupe, puedes probar un par de rondas de tapping a ver qué tal. No cuesta mucho, y los resultados son espectaculares.

Vivir sin miedo. Suena bien, ¿verdad?

Pues lo tienes al alcance de la mano. Sólo tienes que relativizar un poco los problemas y, en caso de duda, hacer tapping.