Cómo Pedir un Deseo: Tres Simples Pasos para Que Se Cumpla de Verdad

Es posible que la idea de pedir un deseo y esperar que se cumpla pueda parecer poco realista, ¿verdad? Hasta hace no mucho, esta era una opinión bastante generalizada entre nosotros.

Pero lo cierto es que la humanidad ha cambiado mucho en los últimos años, y cada vez somos más los que empezamos a ver que, por sorprendente que parezca, así es cómo funciona el universo.

Nosotros pedimos, y el universo da. En esencia, es así de simple.

Y no es magia ni nada parecido, es la esencia del funcionamiento de la vida.

Lo único que hay que tener en cuenta es que, para que todo funcione de la mejor manera para nosotros, tenemos que hacerlo bien. Tenemos que establecer una buena comunicación con el universo para que todo el proceso llegue a buen puerto.

Hoy quería hablar de este proceso para pedir un deseo y que se cumpla. Es posible que ya lo conozcas y que hayas comprobado lo bien que funciona. Pero vale la pena hablar de ello igualmente, porque es de esas cosas que a menudo olvidamos y que va bien recordar de vez en cuando.

Son solo tres pasos.

El Primer Paso para Pedir un Deseo

El primer paso para pedir un deseo es, lógicamente, pedirlo. Pero aunque este paso podría parecer el más importante, en realidad es opcional. No es necesario hacerlo de forma explícita.

El motivo es que el universo y nosotros formamos una unidad indivisible, así que la vida ya sabe lo que queremos. No necesita que se lo digamos directamente.

A lo largo de nuestro día a día, todos estamos constantemente sintiendo emociones. El universo percibe estas emociones, y de esta manera sabe lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Por ejemplo, si discutimos con alguien y nos sentimos mal, el universo automáticamente percibe que este tipo de situaciones no nos gustan. Si vamos por la calle y vemos una casa que nos parece bonita, el universo detecta que eso sí nos gusta. Y así con todo.

Y de esta manera sabe en todo momento qué deseamos en lo más profundo de nuestro ser. Así que no es necesario hacer una petición verbal de forma explícita. El universo ya sabe lo que deseamos.

Aún así, también puedes hacer una petición verbal. No es necesario, pero lo puedes hacer si quieres.

En este caso, es recomendable no pedir directamente algo muy concreto, como una casa, un empleo o una cantidad de dinero. Suele ser mejor pedir la sensación emocional que esperas sentir cuando tengas eso que quieres. Es decir, pedir una emoción en lugar de algo tangible.

Por ejemplo, si quieres más dinero, con toda probabilidad es porque deseas estar más tranquilo a nivel económico. Pues pide esto: “deseo estar más tranquilo a nivel económico.”

O si quieres una casa, es porque quieres vivir en un lugar que te guste. Pues pide esto: “deseo vivir en un lugar bonito para mí”.

Esto tiene dos ventajas. En primer lugar, al hacer esto estarás pidiendo lo que realmente deseas. En el fondo, nadie desea cosas concretas por el simple hecho de tenerlas. Nadie quiere dinero, ni una casa, ni hacer un viaje ni ninguna otra cosa solo por tenerlas. Lo que deseamos en realidad es sentirnos bien. Y es importante no perderlo de vista.

Y en segundo lugar, si pedimos una emoción en lugar de algo concreto, le damos más margen de maniobra al universo. Si pedimos una casa, el universo tiene poco margen para actuar. En cambio, si pedimos vivir en un lugar que nos guste, tiene muchas más opciones. Quizás él cree que una casa no es lo más apropiado para nosotros. Quizás hay otras posibilidades.

El universo sabe mucho mejor qué nos conviene, y es importante dejarle margen para podérnoslo dar.

El Segundo Paso: Escuchar en Silencio y con Confianza

Una vez ya hemos pedido nuestro deseo, el siguiente paso es esperar una respuesta.

Este es seguramente el paso más difícil, porque hay que escuchar atentamente, y no estamos acostumbrados a hacerlo. Estamos mucho más habituados a hablar y a exponer nuestras quejas y opiniones que a escuchar.

Y en este paso hay que escuchar.

No hay que recordarle al universo cada dos por tres lo que le hemos pedido, ni lamentarnos porque tarda más de lo que nos gustaría. Si estamos hablando, significa que no estamos escuchando. Es muy difícil hablar y escuchar bien a la vez.

Así que simplemente escucha.

En silencio.

Durante el tiempo que haga falta.

Que pueden ser días, meses o incluso años.

¿Sabes una cosa? Aunque a veces cueste creerlo, el universo desea que tengas lo que quieres. De hecho, no hay nada que desee más en el mundo. Él quiere verte feliz y darte todo lo que quieras.

Al oír esto, es posible que pienses: si esto es verdad, ¿por qué no nos lo da de forma rápida y directa? Si le pido dinero, ¿por qué no me cae de cielo al instante? Si le pido trabajo, ¿por qué no me llaman enseguida para ofrecerme un empleo? Si le pido amor, ¿por qué no encuentro pareja justo al día siguiente? Se supone que el Universo debería poder hacer estas cosas, ¿por qué no las hace?

Para entender la respuesta, hay que tener en cuenta que el universo tiene una visión mucho más amplia que nosotros. Él sabe mucho mejor que nosotros lo que realmente nos conviene, y lo sabe con un nivel de profundidad que nosotros ni siquiera somos capaces de imaginar.

Este es el motivo por el que la respuesta no siempre llega de la manera que nos gustaría, ni con la velocidad que nos gustaría.

Y por esto es tan importante la fe. Esta es una palabra bastante desprestigiada actualmente, pero en realidad es muy poderosa. Tener fe significa confiar en la vida. Significa estar abierto a todo lo bueno que nos pueda pasar. La fe es clave para poder avanzar.

La petición ya está hecha, y en cualquier momento puede llegar la respuesta.

Solo si estamos atentos podremos oírla.

Escucha de Forma Abierta y Receptiva

El paso que acabamos de comentar, escuchar las respuestas del universo, es el más importante de todo el proceso. El paso inicial de pedir el deseo es opcional, porque el universo ya sabe lo que quieres, así que en realidad todo empieza con la escucha.

En este paso es importante estar atento y en silencio, y mantenerse así el tiempo que haga falta, pero también hay otro aspecto muy importante que a menudo pasa desapercibido: hay que estar abierto y receptivo a nivel mental.

La gran mayoría de nosotros tenemos creencias que van en contra de lo que queremos. Por ejemplo, hay muchas personas que desean mejorar su economía, pero por dentro creen que el dinero es sucio y que los ricos son malas personas. O hay personas que quieren tener una relación sentimental satisfactoria, pero por dentro creen que los demás son egoístas y hostiles, y que hay que protegerse.

En casos así, es muy difícil que el deseo pueda llegar, porque nuestras creencias lo están bloqueando. Así que un paso crucial en muchos casos es sanar las creencias que vayan en contra de lo que queremos.

Hay muchas maneras de sanar creencias, pero una de las más sencillas y efectivas es el tapping. Por si no lo conoces, te dejo el enlace de este libro gratuito que explica cómo hacerlo:

Libro Gratuito: El Poder del Tapping

La idea básica del tapping es buscar frases sobre lo que quieres sanar –en este caso, frases sobre creencias– y darte unos golpes muy suaves en unos puntos del cuerpo. Es un procedimiento que sorprende al principio, pero es muy eficaz.

Y con él puedes sanar tus creencias limitantes, y así estar abierto mentalmente a recibir lo que quieres recibir.

El Último Paso: Actuar

Si pedimos un deseo al universo y estamos atentos y abiertos a una respuesta, la respuesta llega. Siempre. Tarda más o menos, pero siempre llega.

Y cuando llega, hay que actuar en consecuencia.

A veces, la respuesta que recibimos es el deseo tal y como lo habíamos pedido. Quizás pedimos más dinero y nos toca la lotería, por ejemplo. Pero la mayoría de las veces no es así. Lo que normalmente pasa es que recibimos una intuición: “ves a tal lugar”, “haz tal cosa”, “llama a tal persona”.

Cuando esto sucede, durante unos breves segundos lo vemos todo muy claro. Sentimos que el universo ha respondido y que lo que deseamos está en camino. Solo tenemos que seguir las indicaciones.

Pero entonces aparecen las dudas: a lo mejor nos lo hemos imaginado, vete a saber si la intuición era correcta o no, por qué el universo no pone las cosas más fáciles, etc.

Cuando esto suceda, hay que recordar nuestra reacción inicial: lo que sentimos en un primer momento cuando llegó la intuición.

El universo estaba respondiendo, y en el fondo lo sabemos.

También sabemos de forma intuitiva que esta intuición no tiene porqué llevarnos directamente a nuestro deseo. Quizás es solo el primer paso. Quizás después viene un segundo paso y después un tercero. Pero esto ya lo veremos una vez hayamos empezado a caminar.

Lo importante es que ya tenemos una primera indicación. A partir de aquí depende de nosotros ir a buscar nuestro regalo.

Un fuerte abrazo,

Jan