Cómo Dios Creó el Universo y Todos los Maravillosos Seres que Hay en Él (Incluido Tú)

El artículo de hoy es uno de los que me ha costado más de los que hay hasta ahora en el blog. Lo tenía a medias desde hace tiempo, y de vez en cuando me lo iba mirando, dudando de si continuarlo o no.

Al final me he decidido. Es un tema complejo, pero creo que es muy interesante: ¿cómo Dios creó el universo? ¿Cómo dio vida a los diferentes seres que lo poblamos?

Quizás nunca encontraremos las respuestas definitivas a estas preguntas. O quizás sí, quién sabe. Pero, personalmente, creo que vale la pena intentarlo. Aunque vayan quedando interrogantes pendientes, cada vez que descubrimos algo nuevo, nuestra conciencia se expande un poco y nos acercamos más a la fuente de nuestra vida. Nos sentimos un poco más cerca de quienes somos realmente.

Además, es muy divertido. Yo me lo paso bomba intentando averiguar de dónde demonios hemos salido. En el fondo, es como un juego de descubrir un misterio.

Y no hay nada más bonito que jugar, ¿verdad? 🙂

El Origen de la Creación

Si lo recuerdas, hace unos meses publiqué un artículo que hablaba del origen de la creación. Resumiéndolo, en él comparaba el universo con una superficie en calma donde, en un momento dado, apareció una perturbación. Esta perturbación generó una onda en el universo, que comenzó a propagarse. Más o menos así:

Este fenómeno es muy similar a cuando lanzamos una piedra a un lago en calma. Al principio, en la superficie del lago no hay ninguna forma, pero después de lanzar la piedra, se genera una onda que se propaga por todo el lago.

Pues esto es más o menos lo que pasó en el universo: de alguna manera se generó una perturbación que empezó a mover el universo.

De alguna manera, también misteriosa, la perturbación inicial aprendió a cambiar su frecuencia de vibración, y esto hizo que fueran cambiando las formas que se generaban en el universo. Y esto es básicamente el universo: un punto que está vibrando, y que genera formas a su alrededor con su vibración.

Y Dios es simplemente este punto que hace que todo el universo vibre.

Como te decía, si quieres profundizar un poco más en esto, puedes leer este artículo. Y si quieres ver de forma visual cómo se generan diferentes formas en una superficie al variar su frecuencia de vibración, puedes mirar este video:

(Teniendo todo esto en cuenta, para mí quedan dos grandes interrogantes: de dónde salió esta perturbación inicial y qué es exactamente esta «superficie» donde vibra la onda. De momento no lo sé, pero seguiré buscando…)

Cómo Dios Creó el Universo y las Diferentes Formas de Vida

Una vez entendemos un poco este proceso (aceptando que todavía quedan cosas por saber), una reflexión interesante es: de acuerdo, Dios es un punto que está vibrando y que crea diferentes formas a su alrededor con su vibración. Esto puede ser una explicación de cómo aparecen algunas de las diferentes formas del universo. Pero no explica cómo aparecen los seres vivos que tienen conciencia propia, como los humanos. Nosotros tenemos conciencia de nosotros mismos, y actuamos de forma más o menos libre según nuestra voluntad. ¿De dónde ha salido nuestra conciencia? ¿Cómo un pequeño punto que está vibrando pudo crear otros seres vivos que tienen conciencia propia?

Pues el proceso que hizo que esto fuera posible es muy curioso, porque se basa en un fenómeno físico muy conocido. Es el siguiente: cuando una onda cualquiera impacta con un obstáculo que tiene una pequeña ranura, esta ranura se comporta como un foco que crea otra onda igual que la primera, pero en el otro lado del obstáculo.

Con un dibujo seguramente se entiende un poco mejor:

El dibujo representa cómo una onda inicial impacta con un obstáculo que tiene una pequeña rendija, y se ve como, al otro lado del obstáculo, se genera una onda igual que la primera, pero más pequeña.

Un punto muy importante de este fenómeno es que la ranura se comporta exactamente igual que la perturbación inicial. Es decir, la segunda onda que se genera es la misma que si hubiera una perturbación en el mismo punto que la ranura, tal y como muestra la siguiente figura:

Pues bien, esto es lo que Dios hizo: creó un «obstáculo con una ranura» y lo colocó en un punto determinado del universo. Y, al hacerlo, creó una réplica casi exacta de sí mismo.

Es importante notar que la segunda onda parece tener vida propia, pero en realidad forma parte de la primera y depende completamente de ella. No hay separación entre la primera onda y la segunda. En realidad son la misma onda. Y si la perturbación inicial deja de vibrar, las dos desaparecen.

Esto es lo que somos tú y yo: somos una parte de la vibración del universo que ha pasado por una pequeña ranura, y que ahora se comporta como una réplica de la onda original. Somos una parte de Dios que se comporta como una réplica en miniatura de Dios.

El Filtro de Conciencia que Hace que Seas Como Eres

Ahora quizás te preguntarás: ¿y qué son estos obstáculos con ranuras exactamente? ¿Qué es esta rendija que ha hecho que aparezca una segunda onda? Pues este tema tampoco es fácil, pero se podría decir que son como unos filtros de conciencia. Son filtros que limitan la conciencia: sólo dejan que una parte de la conciencia pase al otro lado.

Imagínate un momento cómo debe ser la conciencia de Dios: una conciencia totalmente ilimitada. Dios lo percibe todo y lo sabe todo en todo momento. Y luego piensa en tu conciencia: tú no lo percibes todo, ¿verdad? Pues esta es la diferencia entre tú y Dios. Tú tienes exactamente las mismas características que él, la única diferencia es que él lo ve todo y tú sólo ves una parte.

Tú y yo somos simplemente la conciencia original de Dios que ha pasado por un filtro. Por esta razón nuestra conciencia no es infinita y no lo vemos todo. Estamos rodeados por un filtro que la limita.

Y cada persona tiene su propio filtro. Por esto somos diferentes.

(Debo decir que este es otro de los grandes misterios que me tienen intrigado: ¿cómo lo hizo Dios para limitar su propia conciencia? ¿Cómo creó estos «filtros»? Pues no lo sé, pero el caso es que de alguna manera lo hizo. Parece que es un tipo con bastantes recursos 😉 )

Quizás de entrada puede parecer que esto de limitar o filtrar la conciencia sea algo negativo, pero es todo lo contrario: es uno de los grandes inventos de la historia de la creación. Gracias a esto tú y yo somos seres diferentes que dan color a la vida.

Es un proceso similar a cuando hacemos sombras chinescas. En este tipo de espectáculo, se pone una luz, y después se «filtra» tapándola con las manos o figuras de cartón. Y en función de cómo tapamos la luz, podemos crear sombras con diferentes formas.

Pero si no la tapamos, no hay ninguna forma, sólo luz.

De la misma manera, sin filtros de conciencia no habría seres tan maravillosos como tú, sólo la luz original de Dios sin ninguna forma concreta.

Vale la pena recordar este hecho cuando pienses que hay cosas que no eres o que no tienes. No te entristezcas ni te sientas menos valioso por ello. Piensa que todo lo que no eres forma parte del filtro que hace que seas lo que sí eres.

Tú eres una parte de la maravillosa luz de Dios que ha pasado por un filtro. No te preocupes por toda la luz que no pasa por el filtro, fíjate en la parte que sí pasa. Fíjate en la forma que se ha creado gracias a ello.

Es una forma preciosa que hace que el universo sea un lugar más rico y lleno de vida.

Y no hay otra igual.