Hoy hablaremos de cómo aprender a meditar de forma profunda y completa.
Generalmente, cuando pensamos en la meditación, la asociamos a la idea de buscar un espacio tranquilo, sentarnos en una determinada postura, y dedicar un rato a observarnos a nosotros mismos y a intentar estar en paz.
Pero aunque hay algo de cierto en esta imagen, es una visión muy limitada de lo que realmente es la meditación.
Porque la meditación no es solo una búsqueda de silencio y paz.
Es mucho más que esto.
Es una puerta que nos conecta con nuestro verdadero potencial.
Y hoy hablaremos de cómo acceder a ella en su totalidad.
Las 3 Fases para Aprender a Meditar
En este artículo hablaremos de tres fases concretas para aprender a meditar: empezaremos de la forma más sencilla, y luego iremos añadiendo ideas y conceptos cada vez más poderosos. De esta manera, podremos ir accediendo paso a paso a todo lo que la meditación puede ofrecernos.
Es interesante conocer las tres fases desde el principio para tener claro cuál es el objetivo final y cuál es camino a seguir. Pero a la hora de llevarlo a la práctica, es muy importante no querer avanzar más rápido de la cuenta.
Cada fase tiene sus características, sus objetivos y su forma concreta de aplicar la meditación, y suele requerir varias semanas o meses adquirir la experiencia necesaria para pasar a la siguiente.
Así que no tengas prisa. Disfruta de cada fase y dedícale el tiempo que necesites. Y solo cuando sientas que es el momento adecuado, pasa a la siguiente.
Fase 1: Observación “Pasiva”
La primera fase para aprender a meditar es la que la mayoría conocemos: dedicar un tiempo de forma regular a observarnos a nosotros mismos. Si hace poco que meditas, o si quieres empezar ahora, esta suele ser la mejor manera de hacerlo (si llevas más tiempo, probablemente puedas pasar a la fase 2).
A esta fase la llamaremos “observación pasiva” (aunque el nombre es lo de menos), porque el objetivo principal es mirar en nuestro interior sin buscar nada en concreto; simplemente observar a ver qué descubrimos.
Hay diversas maneras de hacerlo, pero la más habitual es buscar un espacio donde podamos estar tranquilos, y dedicar un rato a observar lo que va pasando en nuestro interior: qué sensaciones tenemos en nuestro cuerpo, qué sentimos a nivel emocional y qué pensamientos van pasando por nuestra mente.
Si quieres hacerlo de forma estructurada, puedes hacerlo por orden: primero dedicar unos minutos a observar tus sensaciones físicas, luego unos minutos a observar lo que sientes emocionalmente, y luego unos minutos a observar tus pensamientos. Pero puedes hacerlo de otras maneras.
De forma similar, también puedes hacerlo en alguna postura concreta (en este video tienes la explicación de las posturas más habituales), o incluso en movimiento (aunque esto suele ser más recomendable cuando ya tenemos una cierta experiencia). Pero esto no es lo más importante.
Lo realmente importante es la atención y la observación.
Esto te permitirá conocerte cada vez mejor, y empezar a descubrir el gran potencial que hay en ti.
Fase 2: Observación Activa
La esencia de la primera fase es la observación de los elementos principales que hay en tu interior: si sientes tristeza, observa esa tristeza; si te viene un pensamiento de preocupación, observa ese pensamiento; si sientes una sensación física en tu cuerpo, observa esa sensación. Sería equivalente a entrar en una habitación y observar lo que vemos en ella a primera vista: una ventana, un armario, un escritorio, etc.
Ahora bien, cuando entramos en una habitación, lo que vemos a primera vista no es todo lo que hay en ella. Dentro del armario, seguramente hay cosas; en los cajones del escritorio, probablemente también; a través de la ventana, podemos ver la calle, etc.
Pero para poder ver estas cosas, tenemos que movernos: tenemos que abrir el armario, abrir los cajones, acercarnos a la ventana,… Si nos quedamos quietos, no las veremos, y tendremos una imagen muy limitada de lo que la habitación es realmente.
Pues con nosotros sucede lo mismo. Hay una serie de cosas que, cuando nos observamos internamente, se ven enseguida. Si tienes tendencia a estar de mal humor, si tienes pensamientos de preocupación con frecuencia, o si tienes alguna molestia física, por ejemplo, todo esto lo verás con relativa facilidad. Son los muebles más grandes de tu habitación.
Pero esto no es lo que tú eres en tu totalidad. Eres mucho más.
Pero para verlo, tienes que buscar activamente. Tienes que abrir los cajones y mirar por todos los rincones.
Este es el objetivo de la fase dos de la meditación: observarte activamente para encontrar las cosas que no se ven a primera vista.
¿Y cuáles son estas cosas?
Pues hay muchas, pero hay tres que todos tenemos y que son especialmente valiosas: nuestra alegría, nuestra luz y nuestro amor.
Independientemente de lo que esté pasando en nuestra vida, todos tenemos una gran fuente de alegría, luz y amor dentro de nosotros. A veces puede estar tapada por las preocupaciones del día a día, pero nunca se apaga y nunca se va.
Pues bien, el objetivo de esta segunda fase es encontrar esta fuente.
Para ello, no te limites a observar pasivamente como en la fase uno, sino a buscar activamente. Si estás triste, no te limites a observar la tristeza; si tienes pensamientos de preocupación, no te limites a observar estos pensamientos. Ve un paso más allá. Abre los cajones y mira bien en tu interior.
Y busca la fuente de la alegría.
Una manera de hacerlo es recordar algún momento de tu pasado en el que te hayas sentido alegre, y conectar otra vez con esa alegría. Cuando lo hayas hecho, fíjate que, aunque el momento sea pasado, la alegría es presente. Lo que sucedió entonces ya no está contigo, pero la alegría sí. De hecho, ha estado contigo siempre, lo único es que estaba escondida.
A partir de aquí, el camino es el mismo que en la fase uno: observar. Una vez veas la alegría, obsérvala, siéntela y deja que te hable.
Tiene muchas cosas que decirte.
Y lleva mucho tiempo esperando.
Fase 3: Meditación Creativa
Si sigues este proceso de meditación, pasando con calma por las dos fases anteriores (recuerda que cada una requiere su tiempo), descubrirás muchas cosas importantes de ti.
Pero hay una que es la más importante de todas: tu alegría, tu luz y tu amor no quieren estar escondidos. Son la fuente de tu vida. Son lo que hace que todo tenga sentido.
Y quieren ser visibles.
El elemento principal de las dos primeras fases de meditación era el aprendizaje: observarnos para descubrir y aprender. Pero descubrir y aprender por sí solo no tiene demasiado valor. Lo que hace que tenga valor es usar lo que aprendemos para crear algo.
Así que no sirve de mucho meditar y conectar con tu luz y tu amor, si después no usas esta conexión para crear algo y expresar esta luz y este amor.
Y este es el objetivo de la fase tres de la meditación. Aquí ya no se trata de observar, porque esto ya lo habrás hecho ampliamente en las etapas anteriores; ahora se trata de crear. Conecta con tu alegría, tu luz y tu amor, y úsalo para crear cosas hermosas en tu vida.
Antes hemos usado el ejemplo de entrar en una habitación y observar lo que hay en ella. Pues bien, imagínate que encontramos un papel y unos lápices. En un caso así, las fases uno y dos serían equivalentes a observar bien el papel y los lápices para comprender qué son y descubrir el potencial que tienen.
La fase tres, en cambio, implica usarlos y ponernos a dibujar.
A efectos prácticos, esto implica usar tu mente para visualizar aquello que quieres crear en tu vida. Primero puedes dedicar unos momentos a sentir tu luz y tu alegría como en la fase dos, pero luego usa tus pensamientos para darle forma a esta luz y pensar en cómo quieres proyectarla.
Es decir, conecta con las cosas que amas, y usa tu mente de forma activa para pensar en ellas.
Este paso tiene un gran poder creativo por sí solo, porque la mente afecta a la realidad física. Pero además de esto, si en este proceso te vienen ideas de cosas que puedes hacer para crear lo que quieres, levántate y ponte en marcha.
El objetivo último de la meditación no es la contemplación. Este es solo el paso inicial.
El objetivo final es la creación.
Tú eres un ser creativo, y estás aquí para crear.
Y la meditación es una herramienta para hacer exactamente esto.
Un gran abrazo,
Jan
28 respuestas a «Cómo Aprender a Meditar de Forma Completa y Profunda»
Bonito final del artículo, casi que no había escuchado nunca sobre la fase creativa en la meditación.
Muchas gracias por compartirlo.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Jorge. Esa parte final es la más olvidada sí. Pero es la que hace que las otras brillen en toda su intensidad, ¿verdad? Un fuerte abrazo igualmente.
Gracias, por la claridad de tus comentarios, por hacer el camino de esta vida,simple como lo que es, sin estructura qué los paralizan,y sobre todo enseñandolos a conocer nuestro interior para poder desarrollar nuestro potencial de esa energía hermosa llamada Amor
Gracias Jan un abrazo
Muchas gracias Luis. El amor es la fuerza más hermosas que existe, sin duda. Y está dentro de todos nosotros. Un gran abrazo.
Gracias Jan ❤️
Gracias a ti Carlos 🙏
Me ha encantado el símil con la habitación y la parte sobre crear. Muy gráfico e inspirador. Gracias por este nuevo post.
Muchas gracias Rosa 🙏
GRACIAS!! Interesante y útil, no había tenido en cuenta la última fase y la verdad es muy necesaria. Muchas veces me siento desanimada y con pocas fuerzas para encarar el día!! Me enfocaré un poco más. Gracias!!! Abrazo
Así es Magdalena. A menudo nos centramos especialmente en la primera fase, y olvidamos la última, que es la que abre la puerta de todo nuestro potencial. ¡Un gran abrazo!
Muchas gracias Jan!
¡Un abrazo Felipe!
Gracias por tus comentarios , aportan claridad a mi vida
Muchas gacias Susana.
Muy lindo el contenido, siempre se aprende algo bueno.
GRACIAS JAN ES MUY VALIOSA ESTÁ INFORMACION QUE NOS BRINDAS ACERCA DE LA MEDITACION, NOS DA CRECIMIENTO FÍSICO Y ESPIRITUAL. ABRAZOS
MARAVILLOSO TODO.
GRACIAS.
NAMASTÉ
Exelente explicación. Muy detallada e ilustrada. Te felicito. Gracias Jan. Un gran abrazo de luz.
Gracias Jan por tus enseñanzas
Gracias ! me sirvió en cuanto lo estaba leyendo! Enormes resultados los de esta meditacion! Mucha fuerza y bienestar deseo para la persona que nos hace este regalo. Mil gracias!
Gracias por enseñar de forma llana y sencilla lo que hay realmente en nuestro interior y pocas veces podemos ver, este artículo aporta claridad para transitar por un verdadero y creativo camino de paz, amor y luz interior, de todo corazón muchas gracias.
Gracias señor Jan. Por explicar de una forma clara y sencilla, la acción de la meditación. Lo difícil es aplicarla en cada uno de nosotros. Es buen momento para iniciar.
Saludos y bendiciones infinitas.
Muchísimas gracias Jan por este primer artículo tras el parón estival.
No sabes que subidón leer esto, está en mi proyecto volver a ponerme a meditar. Es algo que dejo y retomo pero con tu explicación tengo mucho más claro cómo he de proceder.
Un abrazo y feliz vida.
Gracias Juan! Yo tampoco sabía de la fase creadora durante la meditación. Gracias y GRACIAS!!!
👼🎍
Muchas gracias Jan ¡¡¡
Suelo meditar cada día pero mis pensamientos circulan a su manera … y voy de un lado a otro, de una persona a otra, de un paisaje a un sentimiento … muchas veces tengo que volver a la atención en la respiración para calmar tantas idas y venidas jajaja.
Con tus explicaciones me has abierto una nueva forma de entender la meditación ¡¡¡ De nuevo gracias por compartir tus conocimientos y experiencias ¡¡
Muchas gracias, me había perdido, y no encontraba la alegría, y gracias a tu explicación tan clara y simple…, medité, la busqué y la encontré. Conmovedor!!! Ahora puedo pasar a la fase 3 y crear. Mil Gracias!!!
gracias, empiezo a ver
Recién te encuentro, ¡interesantes, didácticos y claros tus artículos, me dan mucho sentido!!…buscando… y buscando , creo que la inteligencia creadora me guía hacia lo que me será útil en este camino de experiencias terrenales, para mantenerme en el camino y no desviarme…Gratitud por los aportes a la mente racional que tenemos tan desarrollada, … y nos impide avanzar..