¿Hay que Aceptar las Emociones Negativas?

La gestión de las emociones negativas es una de las partes más críticas de nuestro bienestar. A nadie le gusta sentirse mal, pero nos pasa muy a menudo. ¿Cómo podemos afrontar este hecho?

Últimamente, una de las tendencias más generalizadas es afirmar que las emociones negativas se deben aceptar. Es fácil oír a alguien que dice que no tenemos que evitarlas porque son un fenómeno natural de la vida. Ahora bien, ¿es esta una buena idea? ¿Se deben aceptar las emociones negativas?

Como en la mayoría de temas, no todo es blanco o negro, así que esta postura tiene cosas buenas y cosas no tan buenas. Pero si tuviera que responder solo sí o no, diría que no. En términos generales, no es una buena idea tomar el hábito de aceptar las emociones negativas sin más.

¿Qué Son las Emociones Negativas?

Las emociones negativas son el equivalente emocional del dolor físico: son dolor, y su función muy similar a la del dolor físico. El dolor físico aparece cuando hay un problema en el cuerpo, y las emociones negativas cuando hay un problema emocional.

Hago esta comparación porque todos tenemos muy claro qué es el dolor físico y cómo afrontarlo. La función principal del dolor físico es avisarnos de que hay un problema en nuestro cuerpo, e impulsarnos a actuar para solucionarlo. Además, el hecho de saber que hay cosas que nos pueden hacer daño nos sirve para estar alerta e intentar evitarlas.

Es decir, gracias al dolor físico hacemos dos cosas: tenemos cuidado de no hacernos daño, y nos intentamos curar si nos lo hacemos. Fíjate que nunca aceptamos el dolor y nos quedamos tan tranquilos. O bien lo intentamos evitar, o bien lo intentamos solucionar una vez se produce. Pero nunca lo aceptamos. Y hacemos bien, porque si lo aceptásemos sin más, nuestro cuerpo acabaría muy mal.

Imagínate una persona que se hace un corte y que dice: » no tengo que hacer nada, hay que aceptar el dolor porque es natural y forma parte de la vida.» ¿Qué le pasaría? Pues que se desangraría.

Con las emociones negativas pasa exactamente lo mismo. Son dolor, y si las aceptamos sin hacer nada más, vamos a sufrir mucho.

Cómo Gestionar las Emociones Negativas

Las emociones negativas se deben gestionar de forma muy similar al dolor físico. En primer lugar, hay que intentar evitarlas. Si vemos venir alguna situación que nos producirá tristeza, rabia, odio, frustración… hay que actuar para intentar reconducirla, de la misma manera que cuando vamos caminando por la calle y se nos echa un coche encima. En un caso así, hacemos algo para evitar que nos atropelle, ¿verdad? Ni se nos pasa por la cabeza la posibilidad de quedarnos quietos pensando que es natural que en la vida haya accidentes.

Por otra parte, si no somos capaces de reconducir la situación y la emoción negativa se acaba produciendo, entonces debemos actuar para resolverla. No tenemos que quedarnos con nuestro dolor porque es algo natural, tenemos que hacer que se marche. Debemos curar la herida emocional que está causando el dolor.

Como explicaba en un artículo reciente, todas las emociones negativas tienen el mismo origen: la falta de amor. Si no nos sentimos bien, quiere decir que no estamos expresando suficiente amor.

La solución, pues, es simple: expresar más amor. Si sientes alguna emoción negativa, sea la que sea, tienes que intentar expresar más amor hasta que la emoción pase a ser positiva. Este es el indicador de que todo vuelve a estar bien.

No te quedes quieto pensando que las emociones negativas son algo natural. Por supuesto que son naturales, pero su función no es quedarse a tu lado indefinidamente, sino avisarte de que hay algo que tienes que cambiar.